viernes, 9 de mayo de 2014

Desacato al cuerpo femenino y lo masmediático
[Por Angelía Rivera Barreto]
            El cuerpo como arte lo sostiene todo y el cuerpo femenino como campo de batalla lo quiere resistir más. Formando parte de una perspectiva posmodernista, reaccionar desde ahí fue una estrategia realizada por artistas feministas que ampliaron su estética desde lo individual o lo colectivo. Solo para crear era necesario una mirada propia, un concepto, un escenario ideal donde llamar la atención y una documentación obediente al alcance de los caprichos de su ejecutante. Algunas artistas  trabajaron tanto en el body art, la performance, el video, el arte conceptual, entre otros. Éstos fueron medios de acción que posibilitaron una manera legítima del proceso artístico y atender de cerca la transgresión del patriarcado y visibilizar espacios femeninos y militantes nunca antes dados. Esta visión posmoderna traída por mujeres apoderadas de su sexualidad e identidad  lo expresaron hacia el mundo exterior. El punto principal era el cuerpo y éste podía llegar a donde se deseara.
            Al realizar una mirada panorámica de la historia del arte desde finales de los años 60 hasta hoy, la receptividad del cuerpo de la artista en el espectador ha sido distinta y no discreta hasta cierto punto. El mundo global y cibernético desde el nuevo milenio hizo necesario un giro en la producción de la obra de arte. Dentro de este marco teórico que afecta lo que se estudia hoy sobre la estética corporal feminista se encuentra en primer plano la artista vienesa activista y militante Valie Export. Esta mujer realizó una acción titulada Genital Panic en pleno festival de cine porno en Munich, Alemania en el 1969. Mientras las luces estaban apagadas, la artista con metralleta en mano, camisa de cuero y pantalones con pubis peludo al descubierto, apuntaba a los presentes sentados en sala. Genital Panic, llevaba un mensaje claro y consistente de  llamar la atención del público anónimo que veía cine porno en la Alemania de posguerra. Pensando que se trataba de un cine donde actuaron cuerpos desnudos anónimos, Export se enfrentaba armada y lista para volarle la cabeza a cualquier atrevido que opinase o se moviese de allí. Su caso particular es el de un terrorismo genital que incitó a pensar cómo una acción sencilla podía trastocar un público que buscaba la privacidad en la mirada masculina y anónima del cine.


            Varios años después de Valie Export, Carolee Schneemann impactó en un performance titulado Interior Scroll, hecho en 1975 ante un público esta vez más despierto y menos amenazado. Esta artista ejecutó desnuda, tomó distintas poses encima de una mesa  mientras leía  un poema de su autoría  titulado Cézanne, she was a Good Painter, mientras lo extraía de su propia vagina. Schneemann se había inspirado en hacer este performance en reacción a distintas críticas sobre su manera de hacer arte por medio del cuerpo desnudo. Ella dejó claro que su cuerpo es el mecanismo más poderoso que tiene y su principal fuente de conocimiento y autenticidad en el mismo proceso artístico. Son sus ideas lo más relevante a la hora de crear y  es de su conocimiento lo que le hace comunicar tanta expresividad interna.
            A través de la aportación de Carolee Schneemann y otras mujeres feministas que laboraron en instituciones, tales como Judy Chicago y Miriam Schapiro, el cuerpo se concebía como un estatuto donde se pautaba lo político. Esto se manifestaba por medio de lo doméstico, la menstruación y todos los elementos psicoanalíticos que lanzaban el sexo femenino a construirse para a fin de cuentas y por medio de su arte deconstruirse. Entre huelgas, protestas, “billboards” en todas las calles y ''slogans'', por otro lado, las Guerrilla Girls pasaron a ser desde el 1985 hasta principios del 2000 en el colectivo por excelencia que se enfocó en informar cómo el sexismo predominaba en los museos y galerías. Estas mujeres en principio no tenían identidad, sino unas máscaras de gorila, haciendo representación de las artistas muertas que nunca se expresaron de manera justa. Por ejemplo, la cantidad de mujeres que había en el 1980 en Nueva York era el 10 por ciento en total a la cantidad masculina. Por medio de su anonimidad, la Guerrilla Girls lograron ejercer presión en los medios y en las calles para que la representación femenina en el mundo del arte se le hiciera justicia.


            De las Guerrilla Girls se traza una línea imaginativa hacia una era más cercana y reciente para mi generación: la de las Pussy Riot, las del grupo punk rock ruso que desde el 2012 tuvieron una lucha intensa con la moral y la ley de su país. Su fiebre y su denuncia al gobierno sexista todavía concierne leer. Dentro de su estética fuerte, emancipadora y desobjetualizada, traza un llamado casi a pensar que el cuerpo si parte de lo individual o lo colectivo será percibido de forma volátil. O si el ataque al estado y la Iglesia es explícita y se reprime contra la mujer, entonces, la lucha del cuerpo desnudo parecería ser que aún no lo ha demostrado todo. Además, si el cuerpo femenino es capaz de destapar el sexismo y el machismo, entonces hay que prepararlo como un campo de batalla.
            Tanto como lo hacen hoy el grupo Femen Internacional, un grupo de mujeres de origen ucraniano que desde su inicio ha adquirido distintas mujeres del mundo y tienen su sede en Francia. Luego de las disputas entre las Pussy Riot con el mundo asiático, estas mujeres alborotosas, atrevidas y tremendas se enfrentan a muchos países en Europa y Asia para denunciar asimismo el machismo, la religión y el sexismo. Ellas con sus pechos al aire y mensajes cortos, salen en grupo en son de protesta a recibir macanazos de cada estado al que visitan, pero con un mensaje claro que los golpes o las sacudidas no logran opacar.
            Femen en sus luchas de cuerpos fuertes no se resignan con la desigualdad social que todavía hoy concierne a muchos sectores. Buscan la reacción de la gente, tal como una vez lo deseó Valie Export e informar sobre la batalla que día a día amerita enfrentarse ante la constante fragilidad humana y sus excesos de poder. Es necesario, ahora más que nunca, entrenar los pechos para resistir las injusticias sociales, salir de vez en cuando a recordar que hay demasiado que mostrar, no solo con el pensamiento sino con lo que se desnuda con un simple concepto y puede decodificar miles de mentiras milenarias e ilegítimas. El cuerpo como arte lo sostiene todo y el cuerpo femenino como campo de batalla lo quiere resistir más.



Para más información:
http://femen.org/en/gallery/id/112
http://ggbb.org/
http://www.youtube.com/watch?v=tH4hjg83Mt8


Energía en reposo
[Por Yinely Padilla]
Somos la energía más enigmática, las líneas más precisas, el pigmento que da vida, el sonido del sentimiento; somos arte. El arte nace del arte por esta razón utilizamos nuestro cuerpo para crear las mejores obras.  El cuerpo como herramienta perfecta es uno de los componentes artísticos más destacados. El performance es la práctica donde el artista se convierte paralelamente en autor y objeto de arte. Su materialización se encuentra en el cuerpo, santuario donde tiene lugar una visión.



Estoy interesada en un arte que perturbe y rompa ese momento de peligro; por eso, el público tiene que estar mirando aquí y ahora. Deja que el peligro te concentre; esta es la idea, que te concentres en el ahora.
-         Marina Abramovic
Nacida en Belgrado en 1946, hija de guerrilleros yugoslavos, sus primeros performances en torno a los años 70 fueron una forma de rebelarse contra su estricta educación y la cultura represiva del gobierno. Como todo su trabajo, eran rituales encaminados a liberarla de su pasado. En 1975 Abramovic conoce a Ulay, artista con quien tiene en común sus preocupaciones artísticas. En las siguientes dos décadas viven y colaboran juntos, realizan performances y viajan alrededor del mundo. Sus performances exploran los parámetros del poder y la dependencia dentro de la relación triangular entre ambos y los espectadores. Buscando desobedecer con su cuerpo los límites del propio cuerpo de la mente, y de la relación entre el espectador y el artista. Muchas de sus actuaciones llegan a atacar la plenitud de su propio cuerpo. Durante la obra Rest energy (1980), Marina Abramovic permaneció de pie, frente a su compañero Ulay, sujetando ambos un arco y una flecha, apuntando ésta al corazón de Marina. Dos pequeños micrófonos grabaron la rápida aceleración del pulso de ambos. A medida que la actuación fue progresando, los latidos eran cada vez más intensos, y aunque duró sólo cuatro minutos y diez segundos fue uno de los retos más difíciles a los que se ha enfrentado Marina. Fue una actuación en la que depositaba  confianza total y absoluta a Ulay, quien sujetaba la flecha.  Sus obras tienen son un ritual que trasciende más allá del miedo al dolor físico, de lograr un estado mental y físico que le permita entrar en una dimensión en la que esas limitaciones ya no se proyecten sobre su mente ni sobre su vida. Buscando el límite en el cual el público comprueba su resistencia a atestiguar el dolor y el sufrimiento, Abramovic crea un punto de ruptura marcando radicalmente las sensaciones del presente del espectador.


El performance de Abramovic  está basado en trascender el dolor físico, y manifiesta un intento no sólo de exorcizar su sufrimiento sino el de traspasar los límites de su resistencia a través de la expresión artística. Con ello, parecería querer demostrar que  a través del performance y el ritual, es posible escapar de los obstáculos que se le imponen al ser humano.  Su ambicioso y profundo proyecto se encamina a descubrir un método a través del arte que haga a al ser humano más libre.
Enlaces:


Algo no tan degenerado
[Por Omar Montalvo]
Cuando alguien nos menciona pipas de agua rápidamente pensamos en acciones ilícitas pero muy pocos piensan las obras de arte que se puede crear con estos objetos.  El uso de las pipas de agua se remonta  a la Dinastía Ming en siglo XVI. Estas fueron introducidas con el tabaco a través de Persia y de la Ruta de la Seda. Su uso en un principio fue utilizado para fumar tabaco y este consta de un tubo con una base donde contiene agua que sirve como filtro del humo. Esta base está perforada por un tubo más pequeño en el cual se le coloca un pequeño tazón o “bowl” con el producto que se va a consumir. Muchos de estos consumidores se dieron la tarea de rediseñar las pipas de agua añadiéndole formas y colores llamativos para que las personas pudieran admirarlos. Estos artistas se dieron a la tarea de cambiar la forma en que las personas observasen estas piezas.


El documental Degenerate Art: The Art and Culture of Glass Pipes nos habla de la elaboración de las pipas y las pipas de agua hechas a partir de vidrio soplado y la subcultura que utiliza estos utensilios. La técnica del soplado de vidrio consta de calentar con antorchas tubos hechos de vidrio mientras se soplan y se le da la forma deseada. Con esta técnica se puede crear obras de arte en vidrio. Obras que solo unos pocos aprecian y admiran; ya que son muchos los que desconocen la historia de la elaboración y el esfuerzo que muchos de estos artistas. Y es que hasta hace algún tiempo poco se conocía de quienes y como elaboraban las pipas y las pipas de agua debido a que se le consideraba como arte degenerado. Degenerado porque carecían, según algunos, de un criterio artístico moderno y quedaba nublado por que se le asociaba con la utilización de drogas ilícitas.

Esto nos hace pensar un poco más allá de lo que algún día fue llamado por la Alemania Nazi como arte degenerado. El régimen nazi tildó de degenerado a toda manifestación artística moderna que no cumpliera con los cánones del arte academicista y que se considerara como “no alemán”, esto incluía a obras que tuvieran influencia judía. Al igual que ocurre con el arte creado en las pipas de agua, el arte moderno para los nazis era algo que no comprendían y lo consideraban como uno amenazador para sus intereses o puntos de vistas. Los nazi inclusive crearon leyes en contra de los artistas que se le acusara de que sus obras fueran “degeneradas”, cuyos castigos incluyeron la prohibición de exhibir o vender sus obras y/o la prohibición de la realización de cualquier obra de arte. El arte creado en las pipas de agua, como muchas obras en el pasado, ha sido catalogado por muchos como un arte degenerado. Esto se debe a que muchas personas asocian las pipas de agua con el uso ilícito de la marihuana y son incapaces de ver más allá del tabú.



         Este documental toca el tema de las leyes impuestas por el gobierno federal para regular la manufactura de dichos objetos denominados como parafernalia para sustancias controladas. El gobierno alegaba que al no estar regulada esta práctica se podía corromper la sociedad ya que las personas lo utilizaban para sustancias controladas y no para tabaco. Según el gobierno federal de los Estados Unidos, estas personas generaban billones mediante la venta de la parafernalia. Se debe señalar que en Puerto Rico es legal vender y poseer parafernalia con el uso exclusivo de tabaco. Pero aquellos que sean atrapados utilizando dichos utensilios para sustancias controladas se expondrán a la radicación de cargos criminales. Pero muy pronto esto podría no ser así debido que algunos funcionarios de gobiernos han presentado mociones que pretenden despenalizar la marihuana, como se ha presenciado en varios estados de la nación norteamericana y varios países a nivel mundial.

Este tipo de arte que ha dejado de ser un tabú en los últimos años, ha sido ignorados por muchos y admirado por pocos. Solo las personas que tienen esos sentimientos artísticos con ellos pueden apreciar el verdadero valor que estas piezas contienen. En esta sociedad que cada día va modificando su conducta y valores será posible observar una modificación a los estándares establecidos para categorizar que debería ser arte.




Para más información, visite:

Enlace para tráiler: https://www.youtube.com/watch?v=d61L9UQzGmg
Are Drag Queens Artist?
[Por Kiara L. Meléndez Cruz]

            Lately, I have been completely hypnotized by performance art; by its ability to capture the audience’s attention, its unique way to communicate a message while using the human body to express it. One of its unique qualities is its interrelationship within the performers and the audience’s participation. In performance art, the artist’s body is his or her medium and the work of art is the live action the artist performs, dematerializing conservative conceptions of what really is an object d’ art. Therefore, there are some essential elements we have to consider within a performance act, such as:  time, space, human body, and the relationship with the audience.
            One of the things that have been debated recently in, within the social media sphere is the acceptance of Drag as an art form. Drag queens are normally defined as males who dress as women and impersonate in an exaggerated manner, and some may argue stereotypical, female characteristics for public entertaining. It is important to point out that this type of artistic performance is not a new fad among our culture; it has a centuries-long history in the performing art world; as historically, women were not allowed to perform as an actor in a theatrical setting and male actors were required to embody female character in numerous plays.


It is important to point out that some people may confuse Drag queens with their transvestite and transgender counterpart, but they differ considerably from one another. While transvestites are generally referred to as cross dressers, they do not, generally, seek sex change surgery, they do not struggle for a differentiated gender identity, unlike transgender individuals. Instead they are content to express themselves with the clothing that is associated with the opposite gender identity, without the need for a biological gender reassignment. Drag queens can be situated outside this “labeling” paradigm because neither sexual orientation, nor gender identity issues are fundamental elements of Drag.  It is about constructing an alter ego for entertainment and performative purposes, and sexual orientation is a secondary issue not relevant to the performance act in itself.
            Drag queens specialize in creating a character or an alter ego of themselves, but in a way it is much more than that. Through mostly parody, Drag queens challenge normative gender roles that result in a poignant social critique. Defiance is a primordial ingredient in most Drag performances, as they make political and social statement in a primarily conservative patriarchal society. 
            One of the most interesting and controversial Drag queen recently causing a stir is Dan Donegan and his Drag persona Milk. He participated on the sixth season of the televised competition Ru Paul’s Drag Race. While most drag performances consist of lip singing and dancing, Milk’s shows are decisively different. In each of his/her performances, Milk adds another layer to his Drag persona, with his wardrobe he creates a new character and story, and presents a subliminal message to the audience through seemingly controversial interpretations of the songs he’s performing. His Drag persona does not follows the conventions of a typical Drag queen by challenging the idea of what society thinks it is beautiful.
            This form of art is all about transformation through makeup, clothing, wigs, prosthesis, and other elements to create the illusion of a woman, usually a well-known celebrity. Some Drag queens can keep you guessing of their true gender. They have mastered this art of transforming themselves as their makeup skills are outstanding, and the sculpting technique they use to create prosthesis to create the illusion of a woman outer glass is amazing. The details these performers put into their Drag shows are something worth admiring and should be recognized in the contemporary art world.
            In every performance, Milk presents a new character reinterpreting different songs depending on the character he/she will embody. In one of the most controversial performances by Milk, he/she performed as the now infamous pageant queen murder victim, JonBenet Ramsey, to the song “Young and Beautiful” by Lana Del Rey. In her performance, Milk added fragments of the news reports of the murder of the pageant star that occurred in December 26, 1996.  He/she imitated mannerisms the girls use in beauty pageant competitions, and used a similar attire like the one JonBenet used to wear in her beauty pageant competition. The performer uses this song to let people recall the misfortune of this tragedy. I interpret it as a criticism to society and to the people that expose their children to these types of events. Exploiting young girls, sexualizing them, and making them behave and act as adult women do, exposing them to sometimes the wrong people at the wrong time in their lives. In the premiere party of Ru Paul’s Drag Race season 6, Milk performed the song “Do what you want” by Lady Gaga.  In this particular performance Milk masked the song sexual content by changing its meaning in a parody way using the character of Jesus in his agony and martyrdom of his body. Milk also presents in this performance during the song, different miracles performed by Jesus, according to Christian beliefs. At first, the performance seems a definitely shocking, but analyzing the song and the performance I interpret that this performance is a criticism of the sexual content of the song and its emphasis towards the manipulation of the body.
            “Drag should never be subjected to social and political ideals, the moment it stop provoking is the moment is fails as an art form” -said Ru Paul, one of our generation’s most infamous drag queens. This form of art messes with all social classes and society and therefore should be recognized and admired, this form of art should not be excluded from the art world.



For more information, visit:
Milk’s Jon Benet performance:
https://www.youtube.com/watch?v=W4pIBCH-hEE
Milk’s Do what you want with my body performance:

https://www.youtube.com/watch?v=Q_-VJZCt-PE
La tragedia se hace palpable en la ficción
[Por Angeline Medina]
            Desde el siglo XX, el arte cómic ha influenciado indudablemente el mundo del entretenimiento. Su influencia ha sido tal, que hemos visto cómo diversas películas han tomado historias y personajes famosos de la cultura cómic y los han llevado a la pantalla grande, atrayendo así una mayor audiencia a este tipo de historias y acentuando este género como uno predominantemente de acción y ficción. Quizás, es por tal razón que a pesar de la fama que el género de superhéroes y acción dentro del cómic ha logrado acaparar, prevalece aún una actitud de rechazo en torno al medio en general como una posible fuente de arte con mayor peso, capaz de retar nuestras concepciones y de calar hondo en nuestras sensibilidades. No obstante, tiene el potencial de serlo, y ha sido demostrado desde el 1986, con la publicación de la novela gráfica Maus: A Survivor’s Tale, y su segundo volumen Maus: And here my troubles began por el caricaturista Art Spiegelman, el único cómic en merecer la distinción de un afamado premio Pulitzer.


            Maus es una novela gráfica la cual relata el periodo de la vida del padre del autor, Vladec Spiegelman, como prisionero y sobreviviente judío del holocausto durante la Segunda Guerra Mundial. Bajo una representación muy caricaturizada y en el estilo “noir” de cómic, los judíos en Maus están representados por ratones, y los alemanes nazi por gatos. Es una referencia directa a la percepción de la época como los judíos siendo una raza inferior y los gatos como un animal fuerte y dominante el cual se dispone a cazarlos. Esta animalización de las personas contribuye a esta división de etnias promulgada por el gobierno nazi, donde también en el cómic los polacos se representan como cerdos, los franceses como sapos y los americanos como perros. Es una decisión intrigante la de Spiegelman al utilizar esta visualización, pues proyecta que la línea libre e inquieta de su novela sea simpática inicialmente a los ojos del lector. Esta fue una de las razones que me causó interés en leerlo, y a continuar leyéndolo. Sin embargo, y al profundizar en los diálogos y trama que se presentan, me he dado cuenta que esta línea carga un peso histórico tremendo. Por medio de la narrativa visual, es posible identificar cómo la expresión del dibujante esconde tras de ella un tema mucho más complejo de lo que ya es conocido, repleto de matices el cual experimenta una sociedad entera frente al resto del mundo, y que se hace parte de cada individuo que presencia esta deformación de la humanidad. El lector conocerá el transcurso de Vladec, un muchacho pudiente, con metas de prosperar en el mundo de los negocios y como este se deteriora social y económicamente hasta convertirse en una presa del gobierno nazi, perdiendo su dignidad y su humanidad frente a este gobierno al igual que su nación completa. No obstante, fue por su astucia en la forma en que consigue acuerdos y tratos entre otros empresarios judíos y en ocasiones hasta con soldados nazis, lo que le salva la vida en muchas ocasiones. Es interesante ver cómo mediante esto, el concepto predispuesto de la víctima adquiere otro grado de complejidad. El lector puede inferir que de no ser por su posición social no hubiese tenido la misma oportunidad para sobrevivir.  Conjunto a su historia, Spiegelman ilustra también la tensa relación que ha crecido entre él y su padre, quebrada en parte por esta misma marca que queda en la vida de Vladec. Se contraponen dos perspectivas de vida. Una la cual carga con un torbellino de experiencias crudas que marcarán de por vida la identidad del padre, y otra ajena a esta experiencia, la de Art, la cual tiene que llegar a términos con un pasado que desconoce pero que ya está impregnado en la historia de su identidad, y el cual se le presenta continuamente en la figura de su padre. Es un enfoque dentro de un pasado ya tenso que nos recuerda la sobria realidad de la vida, la cual está llena de altas y bajas en sí misma.
            Es muy compleja la reacción que se obtiene ante la paradoja de forma y contenido que denota el arte y el diálogo. Los personajes crean un ambiente ficticio, dónde conociendo el medio del cómic todo puede ocurrir. Pero la consciencia de la veracidad de esta historia, de saber que las tragedias y horrores que relata Spiegelman a través de estas caricaturas realmente ocurrieron, crea una visión perturbadora e inquietante. Hay un efecto muy crudo en la manera en que los personajes, dibujados de una forma muy inocente, aparecen en escenas de muerte, violencia y un temor por la vida visualizado de una manera muy humana. La realidad por medio de lo imaginario hace de esta biografía una más palpable.

            En cuanto al diálogo, Maus se distingue de las de otras novelas gráficas por la utilización de este, lo cual forma en sí una pieza de literatura. El diálogo es un recurso principal en la novela, y se usa extensamente a través de cada recuadro. Pareciera como si el protagonista fuese el mismo diálogo y las caricaturas fueran el suplemento al mismo. La combinación de las imágenes con la detallada narrativa del cómic hace que este medio resulte idóneo para esta representación, pues es la viabilidad de la secuencia visual la que permite mover al lector del presente al pasado, al presente nuevamente de una manera imperceptible y fluida.

            Después de leer el primer volumen no me imaginaba que existiera un cómic que tratara un tema tan fuerte y serio, pero Spiegelman lo logra representar de una forma ingeniosamente intrigante y respetuosa al evento y a todos los que fueron afectados por él. Es una tensión reflexiva la que causa una ansiedad infructuosa e inescapable que surge al leer los pasajes de persecución, de escondidas a hambrunas y desasosiego ante la inminente llegada a los campos de concentración. La novela culmina cuando Vladec y su esposa son llevados a Auschwitz. Lo peor en Maus II: Where my troubles began está por pasar. 


Mujer: la máquina desnuda de Picabia
[Por Erika Martínez Ramírez]
            El tema del automóvil y las piezas que lo componen, forman parte de un concepto que durante muchos años ha permanecido catalogado como uno masculino, y por ende para el entretenimiento exclusivo del hombre. Es por esta razón que al ver la imagen del dibujo creado por Francis Picabia nos impactamos y nos cuestionamos el porqué de la unión entre una bujía de automóvil y un título en referencia al cuerpo femenino.
            Si viajamos algunas décadas atrás en la historia, la mujer era considerada como parte del hogar, cumpliendo un rol doméstico, mientras que el hombre se debía a la sociedad y el mundo. Con la invención del automóvil a finales del siglo XIX, la mujer obtuvo el beneficio de disfrutar algunos paseos y el paisaje exterior durante viajes con la familia, más sin embargo, no se le consideraba apta para conducir un mecanismo de tal novedad. Valga recordar que no todas las clases sociales tenían el beneficio de un automóvil ya que eran costosos, no que ahora no lo sean, y el combustible poseía un alto precio para los recursos de una familia de clase baja que no tenía el medio para llegar a la farmacia que era donde vendido el combustible pues sólo se obtenía en pequeñas cantidades.


            Picabia, quien pasó por varios movimientos desde el post-impresionismo hasta la abstracción, expresa su sentir en 1915 con su obra Retrato de una joven americana en estado de desnudes. La misma es un dibujo estilizado, muy lineal y sencillo. Nos tipifica a la joven americana como la bujía de un automóvil, como el fuego que enciende la llama de una vela. Esta pieza es la que se encarga de crear la chispa entre el combustible y el aire para el encendido del motor de un automóvil. Es una pieza crucial para el desempeño del auto, sin esta se puede sobrecalentar y no encender. ¿Nos recuerda algo no referente a un automóvil? Claro… Picabia hace una conexión sexual entre la función de la bujía y la labor de la mujer, fuera de su renglón doméstico, con respecto al hombre. Expone a la mujer como ese relámpago que incendia en llamas el deseo lujurioso del apetito sexual de la mirada masculina. Como sabemos, la mujer de dicho siglo era una de su hogar, dedicada a su marido y sus hijos. Una mujer que no pudiera complacer a su marido en el ámbito sexual y no le proveyera con hijos que llevaran su apellido, era una desdichada que eventualmente sería echada a un lado por su esposo, quien le sería infiel con otra mujer que si le permitiera tener descendientes. Si la mujer no encendía el apetito sexual del hombre, era una mujer que no cumplía con su función y sería remplazada, tal como la bujía del automóvil.
            Con estos antecedentes se podría deducir que Picabia hace una protesta en la que señala de forma directa los patrones que la sociedad ha impuesto para la vida de la mujer, esa misión de encender la pasión de su pareja, tal como lo hace la bujía con el automóvil: encenderlo. Igual se podría decir que su representación es en muestra de su pensamiento machista en unión a la novedad del automóvil. Claramente se podría refutar este argumento con la noción de la versatilidad de ideas del artista que no caían de acorde a su generación. Era un artista de cambios y visión al futuro, al que no se podría encerrar bajo una envoltura machista.
            En cuanto al aspecto de desnudes en el Retrato, se podría inferir que Picabia se refería a la representación pura de la mujer. Ésta tal y como es, sin adornos ni disfraces que exhiban algo que distraiga de su objetivo, encender la sexualidad en el hombre. Un poco andrógina podríamos decir, ya que no se percibe algún recuerdo de las curvas del cuerpo femenino. Algunos refutarían este aspecto con que pudo haber sido un alter-ego de Picabia o como dijo su esposa, una muestra de su obsesión por la joven americana que imperaba durante la época entre los vanguardistas parisinos, considerándola como la imagen de la liberación artística del nuevo siglo. Tengamos en cuenta que para dicho tiempo, la máquina era la novedad y todo lo que se pudiera comparar a la misma sería algo nuevo que capturaría el interés del público. Máxime cuando se conectaba a lo sexual ya que esto ha sido siempre considerado un tema tabú que no debe pertenecer al ojo público.

            En el área central del Retrato de una joven americana en estado de desnudes se lee la frase “For-Ever”. En ingles se asume que “Forever” hace referencia a algo continuo o de mucho tiempo, mientras que el empleado por Picabia interpreta algo infinito o sin fin y por ende haciendo referencia a lo que podría simbolizar la permanencia de la mujer como un objeto sexual por una eternidad. No es algo que haya cambiado mucho con el tiempo ya que lamentablemente en algunos países se continúa considerando la mujer como un objeto que su único propósito es brindarle placer al hombre. En la revista 291, Alfred Stieglitz dedica los números, o ediciones, 5 y 6 a Picabia y varias de sus obras. Stieglitz fue el creador de la Galería 291, en la que se tenía la intención de crear una interacción entre 291 visitantes frente a obras de nuevos y viejos artistas, estadounidenses y europeos, que practicaban medios variados, desde pintura hasta fotografía. De esta forma logró impulsar el desarrollo del arte moderno en Estados Unidos junto al Armory Show. Es en los artículos donde el escritor Zayas nos describe a Picabia como el único que ha logrado conquistar América como lo hizo Cortez. De esta forma damos por culminado, resumiendo en una sentencia que Picabia era un pícaro empedernido.
Entre tijeras y pegamento: fotomontaje como arma de guerra
[Por Patricia Herryman]
Durante la Primera Guerra Mundial, Helmut Herzfeld se vió obligado a enlistarse en el ejército, aunque tiempo después logró salirse de éste fingiendo una depresión nerviosa. Al salir del ejército fue cuando entonces cambió su nombre, en modo de protesta, a John Heartfield. Para finales de la Primera Guerra Mundial el artista formaba parte del Dadá. El Dadá fue un movimiento que retó tanto al arte, como a la literatura y la poesía, que tuvo sus comienzos en 1916 en un café en Zurich. Más que un movimiento artístico, se puede considerar un estilo de vida, defendiendo el caos ante el orden y la imperfección ante la perfección. Pero cabe aclarar, que no era simplemente un cuestionamiento ante la antigua escuela clásica del arte, sino que fue un cuestionamiento el concepto de arte antes de la Primera Guerra Mundial.  El Dadá buscada el shock, el escándalo y sobre todo la protesta. John Heartfield se convertiría en uno de los grandes artistas conocido por la protesta y denuncia política hacia el régimen Nazi y sus líderes dentro de sus trabajos. Fue entonces que experimentó con el fotomontaje como medio artístico junto a George Grosz, otro artista alemán dentro del dadaísmo. En los comienzos del fotomontaje, era común que se utilizaran recortes de periódicos y revistas. Estos artistas, en especial Heartfield, aprovecharon el uso de los slogans por parte de los Nazi en sus campañas para entonces jugar con palabras y crear una campaña propia, pero en contra del régimen y sus acciones. Sus carteles estaban compuestos de fotografías de personas, o recortes de letras formando frases, que pegaban unas sobre las otras, ganando así un nuevo significado estético y de contenido activista político.


Durante la Segunda Guerra Mundial, su trabajo artístico demostró ser más representativo de su propia personalidad, y fue cuando más productivo estuvo. Sus obras cargaban una crítica satírica aún más fuerte al Tercer Reich, condenando al antisemitismo y a la sociedad industrial capitalista. Entre 1930 y 1940 Heartfield creó trabajos que aun reconocemos hoy, como lo es Hurrah, die Butter ist Alle!, en donde se presenta una familia alemana sentada a la mesa comiendo partes de una bicicleta, un bebé masticando un hacha y un perro acostado en el suelo mordiendo un tornillo y una tuerca. Las paredes están forradas de suásticas y un cuadro al fondo de la cara de Adolfo Hitler. En la parte inferior, observamos una cita de uno de los miembros infames del partido nazi, Hermann Goring, que lee: “Ore has always made an empire strong, butter and lard has made a country fat at most”.  Este es uno de los ejemplos en el que Heartfield utilizó sus trabajos plásticos para despertar en el pueblo una reacción ante los abusos y marginación de un régimen totalitario. Fue entonces con la llegada de la técnica del bajorrelieve que Hearfield tuvo la oportunidad de difundir sus trabajos a manera de cartel y así poder llegar a más personas. La Segunda Guerra Mundial se caracterizó por utilizar la propaganda como arma, y fueron entonces los carteles de Heartfield la contestación a los métodos de manipulación en masa de Hitler y sus líderes en poder y el fotomontaje la herramienta perfecta para tomar ilustraciones populares de la época, como fotos de líderes políticos, símbolos representativos de la guerra entre otras cosas y utilizarlos a su favor para llevar un mensaje.
Arte sobre cabezas rapadas
[Por Dailyn Gómez]
            No hay duda alguna, más aún en nuestros tiempos, que el arte se puede manifestar en cualquier situación y bajo cualquier circunstancia. En este caso el cuerpo humano vuelve a ser el medio del arte, donde hace varios años se ha ido plasmando las manifestaciones artísticas más variadas concebibles por nuestra imaginación. Mientras algunos consideran su cabellera como una parte más de nuestro cuerpo, muchas de las personas, en su mayoría hombres, optan por hacerse un recorte de cabello, y luego deciden tatuar en su cabeza ya rapada un dibujo o alguna otra ocurrencia que le pareciese interesante lucir al exterior. La moda de escribir e imprimir diseños en la cabeza llego en los 90's y es en esta época de los años 2000, que han llegado a ser más atrevidos y variados, logrando llamarse este método “Arte sobre cabeza rapada”. Uno de los barberos de más renombre en este tipo de recorte un poco especulativo se llama Radamés Pérez.


            Pérez es un barbero que lleva unos pocos años realizando este tipo de trabajos pero, se puede apreciar su buena técnica y práctica a la hora de realizar los recortes.  Algunos de los instrumentos que este utiliza son simplemente su máquina de recortar, sus tijeras, las navajas, entre otros. Es curioso ver la calidad con la que este barbero, que sin lugar a dudas se le puede llamar artista, plasma en la cabeza de cualquier individuo desde dibujos animados simples hasta composiciones con un alto grado de dificultad. También ha sido capaz de traducir obras reconocidas de grandes artistas en  el lienzo, o cabellera, de algunos clientes. En la siguiente imagen podemos apreciar que el barbero, hizo una copia literalmente de la cara de Predator, un personaje de una reconocida película de ciencia ficción/terror. En el mismo podemos ver que comparándolo con una imagen del personaje podríamos decir que es similar de la cara del Predator. En la segunda imagen podemos ver que Pérez dibuja la cara y parte de una escena de la saga de Batman. Ambos recortes tienen gran semejanza con los personajes descritos. Para algunas personas este tipo de recorte puede parecerle un poco desagradable, quizás porque algunos de ellos llegan a ser muy fuertes a la vista de los demás. Sin embargo, este no es el pensamiento de muchos, ya que hay que hacer largas filas para entrar a su barbería que se encuentra en el estado de Florida.



Como dicho anteriormente, en mi opinión, este barbero es más que un barbero, es un artista, ya que no es nada fácil el intentar plasmar cualquier dibujo u obra que su cliente le exija. El hace uso de la cabeza rapada como si fuera un papel o un lienzo, dejando prácticamente tatuado y muy buen ejecutado la obra de arte. Demostrando así la infinidad de medios en el arte del siglo XXI y posibilitando la evolución de esta modalidad a nuevos confines.

        




Para más información:

http://www.youtube.com/watch?v=XnMy8SZBqFE