viernes, 9 de mayo de 2014

Mujer: la máquina desnuda de Picabia
[Por Erika Martínez Ramírez]
            El tema del automóvil y las piezas que lo componen, forman parte de un concepto que durante muchos años ha permanecido catalogado como uno masculino, y por ende para el entretenimiento exclusivo del hombre. Es por esta razón que al ver la imagen del dibujo creado por Francis Picabia nos impactamos y nos cuestionamos el porqué de la unión entre una bujía de automóvil y un título en referencia al cuerpo femenino.
            Si viajamos algunas décadas atrás en la historia, la mujer era considerada como parte del hogar, cumpliendo un rol doméstico, mientras que el hombre se debía a la sociedad y el mundo. Con la invención del automóvil a finales del siglo XIX, la mujer obtuvo el beneficio de disfrutar algunos paseos y el paisaje exterior durante viajes con la familia, más sin embargo, no se le consideraba apta para conducir un mecanismo de tal novedad. Valga recordar que no todas las clases sociales tenían el beneficio de un automóvil ya que eran costosos, no que ahora no lo sean, y el combustible poseía un alto precio para los recursos de una familia de clase baja que no tenía el medio para llegar a la farmacia que era donde vendido el combustible pues sólo se obtenía en pequeñas cantidades.


            Picabia, quien pasó por varios movimientos desde el post-impresionismo hasta la abstracción, expresa su sentir en 1915 con su obra Retrato de una joven americana en estado de desnudes. La misma es un dibujo estilizado, muy lineal y sencillo. Nos tipifica a la joven americana como la bujía de un automóvil, como el fuego que enciende la llama de una vela. Esta pieza es la que se encarga de crear la chispa entre el combustible y el aire para el encendido del motor de un automóvil. Es una pieza crucial para el desempeño del auto, sin esta se puede sobrecalentar y no encender. ¿Nos recuerda algo no referente a un automóvil? Claro… Picabia hace una conexión sexual entre la función de la bujía y la labor de la mujer, fuera de su renglón doméstico, con respecto al hombre. Expone a la mujer como ese relámpago que incendia en llamas el deseo lujurioso del apetito sexual de la mirada masculina. Como sabemos, la mujer de dicho siglo era una de su hogar, dedicada a su marido y sus hijos. Una mujer que no pudiera complacer a su marido en el ámbito sexual y no le proveyera con hijos que llevaran su apellido, era una desdichada que eventualmente sería echada a un lado por su esposo, quien le sería infiel con otra mujer que si le permitiera tener descendientes. Si la mujer no encendía el apetito sexual del hombre, era una mujer que no cumplía con su función y sería remplazada, tal como la bujía del automóvil.
            Con estos antecedentes se podría deducir que Picabia hace una protesta en la que señala de forma directa los patrones que la sociedad ha impuesto para la vida de la mujer, esa misión de encender la pasión de su pareja, tal como lo hace la bujía con el automóvil: encenderlo. Igual se podría decir que su representación es en muestra de su pensamiento machista en unión a la novedad del automóvil. Claramente se podría refutar este argumento con la noción de la versatilidad de ideas del artista que no caían de acorde a su generación. Era un artista de cambios y visión al futuro, al que no se podría encerrar bajo una envoltura machista.
            En cuanto al aspecto de desnudes en el Retrato, se podría inferir que Picabia se refería a la representación pura de la mujer. Ésta tal y como es, sin adornos ni disfraces que exhiban algo que distraiga de su objetivo, encender la sexualidad en el hombre. Un poco andrógina podríamos decir, ya que no se percibe algún recuerdo de las curvas del cuerpo femenino. Algunos refutarían este aspecto con que pudo haber sido un alter-ego de Picabia o como dijo su esposa, una muestra de su obsesión por la joven americana que imperaba durante la época entre los vanguardistas parisinos, considerándola como la imagen de la liberación artística del nuevo siglo. Tengamos en cuenta que para dicho tiempo, la máquina era la novedad y todo lo que se pudiera comparar a la misma sería algo nuevo que capturaría el interés del público. Máxime cuando se conectaba a lo sexual ya que esto ha sido siempre considerado un tema tabú que no debe pertenecer al ojo público.

            En el área central del Retrato de una joven americana en estado de desnudes se lee la frase “For-Ever”. En ingles se asume que “Forever” hace referencia a algo continuo o de mucho tiempo, mientras que el empleado por Picabia interpreta algo infinito o sin fin y por ende haciendo referencia a lo que podría simbolizar la permanencia de la mujer como un objeto sexual por una eternidad. No es algo que haya cambiado mucho con el tiempo ya que lamentablemente en algunos países se continúa considerando la mujer como un objeto que su único propósito es brindarle placer al hombre. En la revista 291, Alfred Stieglitz dedica los números, o ediciones, 5 y 6 a Picabia y varias de sus obras. Stieglitz fue el creador de la Galería 291, en la que se tenía la intención de crear una interacción entre 291 visitantes frente a obras de nuevos y viejos artistas, estadounidenses y europeos, que practicaban medios variados, desde pintura hasta fotografía. De esta forma logró impulsar el desarrollo del arte moderno en Estados Unidos junto al Armory Show. Es en los artículos donde el escritor Zayas nos describe a Picabia como el único que ha logrado conquistar América como lo hizo Cortez. De esta forma damos por culminado, resumiendo en una sentencia que Picabia era un pícaro empedernido.

1 comentario:

  1. Verdaderamente que si hubiese visto ese cuadro jamas hubiera pensado en la historia detras de el y su verdadero significado. Como una simple pieza u objeto puede decir tanto para alguien es asombroso. Me encanto. Quiero mas de Picabia!!! Exito...

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